Abre tu mente a las voces de otras personas

En un bosque vive un búho llamado Dada. Después de dar a luz a cinco lindos bebés, Dada decide buscar un agujero más grande para que sus bebés puedan crecer sanos y felices. Finalmente, elige un gran árbol en lo profundo del bosque.

El amigo de Dada, Benben, le advierte de que no debe hacer su hogar allí, ya que un zorro vive bajo el árbol. En el bosque es muy peligroso ser el vecino de un zorro. Sin embargo Dada no le hizo caso. Ella cree que el zorro solo está activo debajo del árbol, aunque le produce miedo. Puesto que ella y sus polluelos viven en la copa del árbol, no habrá peligro. Así pues, Dada no sigue el consejo de Benben.

Entonces Benben dice: «Si tienes que irte a vivir al árbol, será mejor que elijas el agujero de la derecha para hacer tu hogar, porque está más lejos de la guarida del zorro y más escondido. Vivir allí será más seguro para tus bebés». Pero Dada rechaza la sugerencia de Benben de nuevo. Piensa que el agujero de la izquierda es soleado y espacioso, así que, ¿por qué debería rechazar lo bueno y elegir lo malo? Al final, Dada se muda al agujero de la izquierda con sus bebés.

Una noche tormentosa, Dada no vuelve después de haber pasado mucho tiempo buscando comida. Los jóvenes que la esperan con ansiedad sacan la cabeza y miran a su alrededor buscando a su mamá, pero ninguno se da cuenta del zorro al que se le cae la baba al pie del árbol. De repente, se levanta el viento. Una ráfaga se lleva a los polluelos y estos cayeron justo delante del zorro, que los mira con ojos crueles…

Es posible que cuando vuelva Dada para encontrar que sus bebés han sido devorados por el zorro, se sienta muy arrepentida por su arrogancia y superioridad moral, que contribuyó a la tragedia después de que rechazó la sugerencia de Benben.

La Biblia dice: «Este mal hay entre todo lo que se hace debajo del sol, que todos tengan un mismo suceso, y también que el corazón de los hijos de los hombres esté lleno de mal, y de enloquecimiento en su corazón durante su vida: y después, á los muertos» (Eclesiastés 9:3). «Soberbio y presuntuoso escarnecedor es el nombre Del que obra con orgullosa saña» (Proverbios 21:24).

En la vida real, como Dada, muchas veces nos dejamos dominar por nuestra naturaleza arrogante y no hacemos caso o rechazamos los puntos de vista de otras personas cuando son diferentes de los nuestros. Nunca consideramos que su consejo puede ser razonable, o si nosotros tenemos la razón. Si lo que proponen es correcto pero nosotros no podemos librarnos de nuestra arrogancia y vanidad y aceptarlo humildemente, al final seremos los que sufriremos una pérdida.

Dios dice: «Porque cualquiera que se ensalza, será humillado; y el que se humilla, será ensalzado» (Lucas 14:11). Dios acepta a aquellos que saben humillarse y escuchar las sugerencias acertadas. Cuanto más estamos dispuestos a humillarnos, más se deleitará Dios en nosotros y más nos amarán y respetarán las personas. Pero la opinión de los hombres corruptos es: ser alabado y respetado es una gloria, pero someterse a los demás es una vergüenza. Así pues, cuando nos corroe esta opinión, nuestra naturaleza se vuelve excesivamente arrogante y egocéntrica. Somos vanidosos, orgullosos y altivos, y no nos gusta que nos dominen otras personas. En realidad, escuchar el consejo adecuado con corazón humilde no es una manifestación de incompetencia o ignorancia; es una condición necesaria para poder progresar.

Nuestra habilidad es limitada, por muy grande que sea. Como dice el proverbio chino: «Muchas manos hacen el trabajo ligero». Podemos lograr grandes progresos solo cuando somos capaces de escuchar las sugerencias adecuadas y aprender de las fortalezas de otros para equilibrar nuestra propias debilidades.

Fuente: Estudiar la Biblia

Recomendación: Reflexiones Cristianas

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